Hasta este momento, de los libros leídos en este 2013, no había encontrado uno que tuviera aplicación práctica inmediata (sin ser un manual, claro) hasta haberme topado con éste; aunque también tuvo validez espiritual (sin que ese sea, ni de chiste, el fin del autor), porque me permitió entender más al prójimo y a mí mismo.
Por cierto, el libro hace una revisión de nuestros actos, gobernados por nuestro pensamiento y actuación intuitivo.
Recomendación
'Pensar rápido, pensar despacio'
Daniel Kahnemann