miércoles, 24 de febrero de 2010

El autoconocimiento

La siguiente frase es útil para resumir la esencia de esta obra del Dalai Lama:

'Todas las emociones problemáticas tienen su origen en una emoción destructiva básica, esto es, una conciencia ignorante que no sabe cómo son en realidad las personas y las cosas y que interpreta erróneamente su naturaleza'.

Recomendación
'Conócete a ti mismo tal como realmente eres'
Dalai Lama

viernes, 12 de febrero de 2010

Otra pista para entender la crisis

Hace falta saber cómo quitar el velo estorboso para ver la realidad en su dimensión justa, para entender que el origen de muchas de nuestras complicaciones como sociedad tienen un origen o una motivación simple.

Pero entender el origen no sirve de mucho (o sirve de poco) si no le damos el cauce adecuado. Que la economía esté considerada dentro de la rama de las ciencias sociales, no es casualidad, que la inmensa mayoría no entendamos su funcionamiento y por ello suframos las consecuencias, es causalidad.

Una leída al ensayo de Enrique Quintana sobre el binomio economía - información, sirve para abrir los ojos, para entender el por qué de las decisiones acertadas y de las erradas, y sobre todo, hacia dónde vamos y qué podemos hacer:

'El mundo real es uno en el que los agentes económicos tienen información imperfecta y asimétrica... Las crisis financieras y el comportamiento cíclico de la economía no derivan solamente de decisiones económicas erróneas(...) sino son también resultado del orden de nuestro conocimiento imperfecto del futuro...'

Recomendación
'Economía política de la transparencia'
Enrique Quintana
Serie 'Cuaderenos de transparencia', IFAI

jueves, 11 de febrero de 2010

Poderoso caballero...

La clave para ubicar en dónde comenzó el constante proceso de descomposición social, puede ser el dinero. No es que la moneda de cambio sea la culpable de tanta muerte, de tanto desfalco, el problema es lo que hemos hecho para convertirla en nuestro objetivo de vida.

Más que el dinero, lo que vale es lo que podemos llegar a ser si lo tenemos, y lo que no podemos ser, si no lo tenemos. Pero este asunto, obvio, no es nuevo, ha llegado a fortalecerse con la consolidación del sistema de mercado, y ha sido motivo de innumerables análisis, discusiones, trabajos y demás.

Y qué mejor forma de entender lo que ha venido ocurriendo, que leer el popular poema de Francisco de Quevedo, 'Poderoso cabellero es don Dinero', y en general, toda la obra del poeta:

'Madre, yo al oro me humillo:
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de contino anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.'

'Es galán y es como un oro,
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro.
Pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso cabellero
es don Dinero.'

Recomendación
Antología poética
Francisco de Quevedo
(Prólogo y selección de Jorge Luis Borges)

lunes, 8 de febrero de 2010

Sin miedo a explorar

Si la tradición cristiana, en su afán de dominar el mercado de la fe, no hubiera hecho todo lo posible por desacreditar otras opciones de sabiduría, es muy posible que en estos momentos habría más individuos libres.

Aunque no necesariamente el hecho de contar con una opción alterna garantiza su utilización, ni tampoco que sirva de algo, sí es cierto que una vez usada sin temor a ser castigado en el lago de fuego, la probabilidad de desarrollo emocional se incrementa de manera exponencial.

Todo este prolegómeno, para recomendar la lectura de un clásico de la literatura oriental, 'Las Analectas', de Confucio.

Recomendación
Las Analectas
Confucio
Disponible en
www.confucionismo.com/analectas