De una investigación sobre lectores consuetudinarios y su labor como docentes (un texto del cual puede extraerse más de un aspecto útil), se desprende las características de un profesor eficaz:
Interés en el estudiante; mantiene el control de la clase; sabiduría; paciencia; flexibilidad; capaz de tender puentes entre las brechas generacionales; ser un buen contador de historias; da la voz a los alumnos y los ayuda a sentir que no serán ridiculizados; mente abierta, y sobre todo: Un buen lector.
'Good readers, good teachers? Subject matter expertise as a challenge in learning to teach'
(En Harvard Educational Review, Volumen 69, #1, primavera de 1999)
Diane Holt-Reynolds
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