En un recorrido lectoral, por lo general uno comienza motivado, o curioso; los problemas inician cuando se pierde la paciencia por varias razones: complicaciones con el estilo complejo del autor, limitaciones intelectuales del lector, o bien, el tema no era el esperado.
Y una vez perdida la paciencia, ese libro es candidato a quedar en el olvido, a menos que uno tenga la suficiente parsimonia, y decida terminar su lectura porque un sexto sentido, nos hace creer que existe una utilidad oculta tras una serie de parapetos discursivos (justificados).
Pero al tener paciencia se corre el riesgo de no encontrar aquello que se esperaba; en este caso, el camino tuvo su (enorme) recompensa tras llegar a la página 570 (dicho sea de paso, es la penúltima).
Por cierto, es uno de los pocos libros sobre el tema, que hace hincapié en el valor de aplicar el conocimiento adquirido en la vida cotidiana.
Recomendación
'El mundo de las palabras' (Una introducción a la naturaleza humana)
Steven Pinker
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