jueves, 11 de febrero de 2010

Poderoso caballero...

La clave para ubicar en dónde comenzó el constante proceso de descomposición social, puede ser el dinero. No es que la moneda de cambio sea la culpable de tanta muerte, de tanto desfalco, el problema es lo que hemos hecho para convertirla en nuestro objetivo de vida.

Más que el dinero, lo que vale es lo que podemos llegar a ser si lo tenemos, y lo que no podemos ser, si no lo tenemos. Pero este asunto, obvio, no es nuevo, ha llegado a fortalecerse con la consolidación del sistema de mercado, y ha sido motivo de innumerables análisis, discusiones, trabajos y demás.

Y qué mejor forma de entender lo que ha venido ocurriendo, que leer el popular poema de Francisco de Quevedo, 'Poderoso cabellero es don Dinero', y en general, toda la obra del poeta:

'Madre, yo al oro me humillo:
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de contino anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.'

'Es galán y es como un oro,
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro.
Pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso cabellero
es don Dinero.'

Recomendación
Antología poética
Francisco de Quevedo
(Prólogo y selección de Jorge Luis Borges)

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