Un buen ejemplo de que el arrojo y la voluntad son tambien virtudes, y hay que sacarles provecho.
Podemos o no estar de acuerdo con Andrés, en su decisión de quitarse la vida a los 25 años porque 'vivir más de 24 años era una insensatez', pero en lo que si deberíamos de concordar, es en la valía de su legado, en su aportación a la literatura, gracias al buen uso que le dió a su voracidad lectora.
Es el 'El libro negro...' una recopilación de los comentarios-críticas que este colombiano realizó con toda naturalidad y sin ninguna aparente autolimitación, a decenas de libros, generalmente sobre literatura. Lo mismo ve el lado bueno de autores con trascendencia mundial, que destroza obras de escritores 'intocables'.
Jóvenes lectores voraces y constructivos como Caicedo, hay solo unos cuantos entre el estudiantado univesitario, lo malo es que les falta arrojo y voluntad... no solo de talento innato vive el hombre.
Recomendación
El libro negro de Andrés Caicedo. La huella de un lector voraz
Grupo editorial Norma
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