Sin importar el estado de ánimo en que el lector se encuentre al inicio, ya sea que comience la lectura contento, la deje un rato y luego la retome melancólico, esta poesía de Whitman tiene la virtud de involucrar de inmediato a quien la toma, de despojarlo de su personalidad, y de quedarse con la del autor.
Un verdadero canto a la libertad que arranca sonrisas, suspiros, lágrimas, esperanza, en el que cada frase cuidadosamente escrita, en cada unidad ('..... y un ratón es milagro suficiente para convertir a seis trillones de infieles'.) contiene su propia historia.
Recomendación
Canto a mí mismo
Walt Whitman
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